viernes, 12 de diciembre de 2014

Quizá sea con tu mejor amigo.

Siempre me considerado alguien que valora a sus amigos, siempre he creído que ellos son la familia que por sangre no te tocó. Esas personas que llegan de casualidad, y se juntan día a día hasta crear una amistad.

Me puesto a pensar en mi mejor yo, soy la mejor parte de mí cada vez que hablo con alguno de ellos, soy concienzudo, empático y hasta simpático en mis peores ratos. Por ello he pensado en que no comprendo la importancia de buscarme un príncipe azul, si ya total en plena ciudad no pueden cabalgar en su caballo blanco, tampoco es que estén dispuestos a subir los balcones, ni yo dispuesto a permitirles humillarme así.

Y es que los tiempos han cambiado, los novios ya no tienen que ser príncipes azules, ni grandes caballeros. Si yo lo que quiero es uno que me lleve al cine, que hable de su vida, que nos riamos con nuestros amigos, que veamos la luna de casualidad cuando volvemos de una aburrida y monótona noche de fiesta.

Quizá esa es mi pega, busco el cliché del romanticismo, pero edulcorado con esa mejor amiga que te habla a diario, con esos rasgos de esa misma amiga que sin verte ni escucharte sabe cuando estas bien o mal, con ese punto maternal en el que te la imaginas negando y frunciendo el ceño mientras te escribe: No, por ahí no. También edulcoró mis grandes fantasías de novio perfecto con ese amigo con el que hablo de series, pelis, el mundo, o el digno suicidio de pensar lo mismo y flipar de que los demás no sepan llegar a ese punto. Como soy humano, no puedo evitar incluir en esa batidora de matices unos bonitos ojos azules, un pelo de anuncio televisivo, y puestos a pedir... Hasta un suave aliento a menta!

Obviamente, no espero lograr que el amor de mi vida sea una fusión de esa mejor amiga, de ese gran amigo, y de ese físico australiano. Pero en el trasfondo si que analizo que tal vez la cosa no es tener un amigo con el que hablar de tu novio. La cosa perfecta debe ser tener un mejor/gran amigo novio, al fin y al cabo... Si con esas personas soy mi mejor yo, por qué no buscar alguien con quien ser así en una convivencia. Todo sería más simple, los temas están claros, el cariño asegurado, las risas y batallitas vividas siempre amenizarán las tardes de domingo en casa, y el sexo siempre es un mecanismo simple.

Por ello no entiendo lo de vestirse de pinguino , ni lo de sacar temas tontos en la barra de un bar, aun peor lo de ir a una discoteca a ligar. Es imposible que lo que me pueda encontrar ahí tenga algo que ver con lo que me puede llenar, o tal vez me cierro puertas por no querer coger un vaso de plástico y medio bailar a Enrique Iglesias... Pero por ahora sé que a esos grandes amigos no los encontré así, y si quiero que mi príncipe sin caballo sea como ellos, quizá deba buscarlo de la misma manera... ¿Voluntarios a mi mejor amigo?


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