domingo, 1 de marzo de 2015

Azul eléctrico #EspecialAmaiaMontero (Vídeo y link, parte inferior)

Siempre me he considerado un bohemio que no termina de valorar el arte, un indie de lo extraño y lo poco promocionado. Y el otro día, con mi gorro gris y en un día de lo más brumoso, me di la oportunidad de dejarme llevar y disfrutar de uno de los mejores artes, las palabras...

Palabras que solo ella sabe escribir, entrelazar, unir y terminar creando una historia que puede ser (y es) la banda sonora de cada día en nuestra vida real. Cien minutos de concierto te bastan para vibrar, para crear e imaginar momentos en los que cada una de sus canciones puede cuadrar. Es esa su habilidad, la maña que siempre tuvo de que al escucharla crees momentos. No parece nada peculiar, al final toda la música que escuchamos nos hace sentir, crear nuestro propio videoclip en el que todo es genial, hasta bailamos bien, y en nuestra cabeza sonamos como artistas. Pero ella, quizá, ha sabido manejar y tocar esas teclas que te hagan querer e imaginar que todo pase en tu vida como pasa en sus canciones. 

Como gran fan de las letras que soy, y como persona que pasa entre palabras sus días, solo puedo tener buenas criticas hacia ella. En mi opinión, moldea cada verso, cada rima, como si de su vida se tratase. Quizá, ese es su secreto, plasmar en papel su verdad, su vida, sus sentimientos... Igual debería cogerla como referente, pues siempre creí que a mis #DramasLoveDiaries aun les falta alma. No se puede pedir más de un artista, justo eso creo que es lo que espero que me vendan, su ser, su realidad... Sea mejor o peor, si es original... siempre tendrá su publico inicial. 

No soy un experto en música, cuando canto en la ducha se apaga el calentador, pero como publico, el jueves flipé. Un pequeño escenario que ella hizo crecer, ningún decorado que le hiciese crecer, no le hizo falta, su voz llenó el teatro, cada palco repleto de fans vibró, sintió, y compartió con ella sus palabras. Tras 100 minutos de concierto, el publico se levantó, y si dicen que la música tiene color, puedo decir que ese momento final fue vibrante, azul eléctrico. Y como ella mismo dijo, nos dio su mirada, cerca de su playa, y junto a su música iba su vida descrita. Grande Amaia, y grande su regreso. 

Agradecimientos y posdatas varias: Lo primero, mil gracias por hacer que mi blog en estos pocos meses haya superado las 1100 lecturas. Y gracias a Erik Garcia por grabar el vídeo inferior, y todos los que podréis ver tanto de Amaia en el concierto, como de él  (él también canta con alma) accediendo a su canal desde este vídeo. Gracias a todos, y disfrutad! 









1 comentario:

Unknown dijo...

Me encanta la entrada!! Se nota que le has dedicado tiempo ;) y gracias por publicitarme jajajjaja ✌️👅