viernes, 28 de julio de 2017

Desarmado.

Recuerdo la lluvia cayendo contra el cristal, atentando contra el silencio que quise mantener ante el derrumbamiento de toda mi enredadera. Ya no quedaban bloques de piedra en mi corazón; ya no me quedaba ninguna coraza de protección; ya no tenía ninguna opción en la batalla a la que me retó tu mirada.

Aquella noche fría y húmeda terminó toda batalla de contención.

Tu caballería armada con estandartes de sonrisas quebrantaron mis aposentos, resquebrajaron a mis soldados y, ante mi sobrecarga de armadura, desfallecí a tu lado. Sin mi revolver, con la mano en el gatillo y mi alma entre las sábanas me dejé proteger por ti.

Mi silencio se topó con tus caricias, miradas, sonrisas y ternura espontanea.

Ante ese sentimiento de protección, calor, amor y hogar; solo pude rendir pleitesía a tus dedos y dejarme abrazar por mi nueva realidad. Había sido vencido, derruido, destruido... Y, curiosamente, me sentía completa y absolutamente liberado.

Dejé que tus manos tomasen el control, escondí mi cara en tu cuello y busqué cobijo en tu aroma hogareño. Me permití encoger mi cuerpo, consideré la idea de que me acunaras en tu pecho y me permití bajar la guardia mientras me desnudé más allá de mi ropa interior.

Volví a escuchar la lluvia atentando contra la ventana, comencé a conciliar el sueño e hice de tu pecho mi mejor almohada. Te miré en la oscuridad, respiré de forma ahogada y susurré con los ojos inundados de verdad: "te quiero"

domingo, 19 de febrero de 2017

Se me han vuelto a soltar los cordones...




- Entonces, ¿consideras que empiezas una nueva vida?

+ ¿Es eso posible? 

Quiero decir... ¿Puede una persona decir, ¿voy a empezar una nueva vida? 
Me parece muy pretencioso que un ser humano decida comenzar una nueva vida y se crea que puede dejar atrás lo que fue. Entiendo que podamos empezar una nueva fase, elegir nuevos caminos y dejar atrás una existencia que ya no necesitamos, no obstante, somos la suma, resta, multiplicación y división de ese pasado que queremos exiliar a los recuerdos perdidos. 

Yo quiero demoler murallas que construí en un pasado de guerra; quiero terminar con ellas y dejarme al descubierto en un nuevo tiempo de paz. Quiero aprovechar la caída de esos muros para recorrer nuevos caminos en soledad y encontrar nuevas compañías en este viaje que quiero iniciar. 
He cogido una pequeña mochila de bártulos, dicha mochila queda a juego con mis botas vintage; aquellas que calzaron mis pies en los años de guerra. 

Tras preparar mis enseres, respirar tres veces y seleccionar las canciones adecuadas para el primer tramo de mi viaje; decidí volver hacía atrás durante unos minutos.
Busqué entre los retales de ayer, rebusqué entre los añicos de la muralla y encontré viejos anclajes que no quería perder. Me arrodillé a recoger los pocos pedazos que veía completos, los guardé de forma cuidadosa y me sequé las lagrimas que bañaban mis mejillas ante los fantasmas del pasado que intentaron colarse en mi nueva bolsa de viaje. 

- Entonces, podemos decir que empiezas un nuevo camino y solo llevarás los esencialmente necesario, ¿no? 
Sin cargas, sin piedras en tu mochila...

Asentí sonriendo y miré al suelo comprobando que el cordón de mi bota vintage se había desanudado, en ese instante una lagrima recorrió mi mejilla y salpicó mis labios. 

+ Sí, exactamente.