domingo, 19 de febrero de 2017

Se me han vuelto a soltar los cordones...




- Entonces, ¿consideras que empiezas una nueva vida?

+ ¿Es eso posible? 

Quiero decir... ¿Puede una persona decir, ¿voy a empezar una nueva vida? 
Me parece muy pretencioso que un ser humano decida comenzar una nueva vida y se crea que puede dejar atrás lo que fue. Entiendo que podamos empezar una nueva fase, elegir nuevos caminos y dejar atrás una existencia que ya no necesitamos, no obstante, somos la suma, resta, multiplicación y división de ese pasado que queremos exiliar a los recuerdos perdidos. 

Yo quiero demoler murallas que construí en un pasado de guerra; quiero terminar con ellas y dejarme al descubierto en un nuevo tiempo de paz. Quiero aprovechar la caída de esos muros para recorrer nuevos caminos en soledad y encontrar nuevas compañías en este viaje que quiero iniciar. 
He cogido una pequeña mochila de bártulos, dicha mochila queda a juego con mis botas vintage; aquellas que calzaron mis pies en los años de guerra. 

Tras preparar mis enseres, respirar tres veces y seleccionar las canciones adecuadas para el primer tramo de mi viaje; decidí volver hacía atrás durante unos minutos.
Busqué entre los retales de ayer, rebusqué entre los añicos de la muralla y encontré viejos anclajes que no quería perder. Me arrodillé a recoger los pocos pedazos que veía completos, los guardé de forma cuidadosa y me sequé las lagrimas que bañaban mis mejillas ante los fantasmas del pasado que intentaron colarse en mi nueva bolsa de viaje. 

- Entonces, podemos decir que empiezas un nuevo camino y solo llevarás los esencialmente necesario, ¿no? 
Sin cargas, sin piedras en tu mochila...

Asentí sonriendo y miré al suelo comprobando que el cordón de mi bota vintage se había desanudado, en ese instante una lagrima recorrió mi mejilla y salpicó mis labios. 

+ Sí, exactamente.