domingo, 11 de enero de 2015

La magia

He empezado a creer en la magia. Realmente, es fascinante, desde mis tiempos de Harry Potter no me había replanteado que la magia es algo más que levantar una pluma en el aire, que sacar un conejo de una chistera, o que cortar a una mujer en dos en una caja cerrada.

He comenzado a creer en la magia de los buenos días, los días normales que sales de casa con tus cascos y suena la canción idónea, ya sabes, esa que no quieres pasar a la siguiente, esa que quieres escuchar, esa canción que pega con tu estado de animo, con el sol que sale, y con el videoclip que te montarás en la cabeza durante esos cuatro minutos.

Hay días que creas grandes expectativas, que tienes un plan infalible, ese finde perfecto que todo va salir genial. Una cena con amigos, una noche en un tugurio que todos dicen que es genial, y mucha agua con misterio para amenizar cada "chunda chunda" que tiene que hacer vibrar tu corazón. Esos días lo pasas genial, son perfectos, o eso te dice alguna amiga que te sube la foto a instagram diciendo "Party Hard"

Luego están los planes accidentados, los que van sin pretensiones, los que empiezan por casualidad, y terminan siendo un coleccionable en esa lista de recuerdos que es la vida. Se crean por azar, por tener un rato que pasar, por sentarme en un banco y hablar de todo,o de nada. Encontrarte con la persona adecuada, o quedarte solo con alguien al quizá has tenido muchas horas pero no has escuchado sus silencios eternos.

Estos últimos jamás tienen foto en instagram, no la necesitan, no necesitan un selfie que diga que merecen la pena, ni una foto eterna que te haga recordar un día que concluye en la resaca del día después. Tampoco se rodean de 50 filtros mágicos que los hacen aun más perfectos, no necesitan filtrar, se bastan de su sinceridad, su sencillez... De tener la capacidad de cambiar tu mitad, esa mitad que no mostramos pero todos tenemos y necesitamos.

Quizá, deba verme Harry Potter de nuevo, o quizá he descubierto que el color y la luz de la magia van más allá de mirar el mar y se acercan al hecho de valorar cada ola chocar.





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