jueves, 6 de octubre de 2016

Desangrado

- Markel, ¿qué sientes al escribir? 

+ Es como ese momento previo al suicidio; te tumbas en la bañera llena de agua, te metes plagado de dramas que te consumen, y te sumerges lentamente contaminando cada poro de tu piel. 
Lo meditas, reflexionas mínimamente y haces un barrido rápido de tus pensamientos, sentimientos y emociones. Recorres cada ápice de tus dramas; entras a la parte más tortuosa de tus recuerdos y destrozas tu autoestima inundándola de cada pensamiento negativo que degrade tu alma. 

Coges la cuchilla, la rozas de forma delicada por tu muñeca, haces que parezca un baile elegante, y cierras los ojos deslizando tu cuerpo hacía el fondo. Mantienes la cabeza fuera, dejas que tus dramas respiren y te das la oportunidad de odiarte durante los próximos dos minutos. Aprietas: tiñes la bañera,  observas como manchas la transparencia del agua con tus problemas, disfrutas de su liberación en caliente y jadeas lentamente mientras tu duelo es expulsado gota a gota. 

Derramas alguna lagrima, ya llevas cerca un minuto tiñendo la bañera con tu alma y empiezas a terminar de sentir el control de la situación. Las palabras salen solas, las emociones acumuladas se disparan y luchan por salir de forma ordenada. Sumerges la cara en el agua, hilos escarlata cubren tu mirada y un mareo fugaz nubla tu juicio. Parpadeas, buscas los últimos resquicios de tu dolor, los anhelas en tus últimas lineas y luchas a muerte por darle un final coherente. 

- Markel... Tú, ¿eres feliz? 

+ Sí, mucho. 



miércoles, 21 de septiembre de 2016

La Paz de tu Sonrisa



Tres letras, un significado, millones de emociones…

No hay palabras que logren describir la magia, fuerza y luz que desprenden tan pocas letras. La sensación de libertad; el impulso de la independencia; y el destello de una mirada que rompe en sonrisas confiadas. La paz es una esencia única e irreverente: un sentimiento de confianza que desangra al miedo; aniquila a los complejos; y nos hace seres mágicos que entrelazan relaciones sin prejuicios.

La paz es una rutina sin guerras frías: una realidad que sólo tolera tirones de cremallera, batallas de sábanas, y víctimas de colchón que se refugian entre abrazos y caricias.

La paz es una mujer que camina de noche sin reproches: una mujer que divide su maternidad y feminidad; una princesa sin corona que taconea en silencio y gasta las tapas de sus zapatos en un suelo anticuado.

La paz de un niño que termina el juego gritando: “EN CASA” y no teme que nadie pueda atacarle en su hogar; en su pequeño lugar en el mundo que no tiene sombras ni bombas…
Un niño que cree en la magia; un niño que no entiende de pistolas; un niño que sueña con ser mayor.


La paz es un concepto que ocupa líneas, versos y libros. Es una utopía que nos invita a cruzar miradas; respetar las diferencias, golpear objetos solo para contener la risa, y sonreir a una realidad que se impone con un armamento atestado de: claveles, canciones y malos hábitos desechables. Construyamos una sociedad plagada de libertad, tolerancia, abanderada con los derechos humanos y, presidida, por la equidad y la diversidad. 

sábado, 18 de junio de 2016

Mi Americana Amarilla

Ríete, ríe de forma exagerada y sonora... 
Las calles están plagadas de personas que existen sin vivir; que recorren las ciudades como cadáveres con pulsaciones; que aman sin jadear y esperan ser recompensadas hasta por hablar. Inconscientes...
Somos seres que crean cosas maravillosas: escribimos, cantamos, bailamos, nos desnudamos e inventamos la Nocilla de dos sabores; somos extraordinarios.

De un tiempo a esta parte...
He tenido la sensación de estar rompiendo mi muralla emocional; he derrotado a los soldados armados; he cantado en la ducha; he matado a los cadetes de trincheras que evitaban mis lagrimas, y he creído en el nudismo sentimental como secreto de la felicidad. Ahora río por reír, hablo de mí y lloro con Anatomía de Grey.

No entiendo la moda vintage de cubrir las emociones con barreras...
No comprendo el porqué de ocultar en un pañuelo las lagrimas de sentimientos reales (de igual manera) no entiendo quien nombró al llanto como enemigo de la fortaleza. Siempre he observado a la gente reír, y he creído que eran locos exagerados que actuaban ante un orador que necesitaba aceptación y el aplauso de una carcajada. Es extraño, pero siento más atracción (y confianza) por un sentimiento triste, un anhelo, o una melancólica mirada que sonríe de forma forzada.

Soy consciente de mis peculiaridades...
Sé que no abundan las personas como yo, no obstante, estoy muy orgulloso de pasear por éste cementerio con mi americana amarilla. La gente me observa, me mira y critica...
No soy el cadáver, no soy el velado y ni siquiera soy un allegado...
Soy (solamente) una persona que decidió cantar en la calle, bailar cruzando carreteras, besarte en la oficina, ir con bañador a una reunión importante, vestir corbata en mi excursión al monte, y estrenar mi americana amarilla un martes y trece en el cementerio. Simple y llanamente; soy diferente...



sábado, 7 de mayo de 2016

La Gente Siempre Se Va

Llevo veintitrés años viajando en un tren, es un tren enorme que tiene muchos vagones y para en casi todas las estaciones. Es un tren de madera, de esos bonitos que salen en las películas de Harry Potter. Por mi tren han pasado muchísimas personas, muchos solo entraron para saludar, otros se quedaron un tiempo y otros rompieron algunos de mis mejores vagones. He decido hacer una pequeña excursión por el tren; quiero descubrir que hacía en aquellos viejos vagones del pasado. 
Entré en mi vagón de la infancia, el de la inocencia, aquel que se llenaba de color en un mundo lleno de bruma y dolor. Me senté en mi primera silla de estudiante, allí estaba mi yo infantil haciendo sus deberes -reí- él lloraba por no entender matemáticas, se distraía con la pared, vestía aquella camiseta de Spider-man. 

Salí de mi pasado lejano y llegué al vagón de las primeras veces; me sonrojé al encontrarme en aquella cama. Empecé a reír a carcajadas, miré como besaba, jadeaba, arañaba, susurraba "te quiero"
Era romántico y espeluznante verme en tal situación, pero no podía dejar de mirar mientras me reía sentado en el suelo de mis recuerdos. Anhelaba esa poca vergüenza, estimaba al chico que descubría su vida y dormía con el que creía que sería el amor de su vida. 

Continué por el vagón de la adolescencia hasta llegar a una playa, la playa de mi primera fiesta con alcohol; mis amigos, eran mis mejores amigos y compañeros de clase. Me senté a unos metros de mí, me miré bebiendo los primeros tragos mientras hacía muecas -reí y negué recordando lo poco que me gustó aquel vodka- En parte anhelaba a mi yo "explorador" aquel que descubría cosas de mayores, el que probaba lo prohibido y tenía tanto por conocer.

Corrí por los vagones, pasé de uno a otro rememorando citas, viejas amistades y comidas familiares.
Llegué a mi presenté, me mimeticé en mi ser y reflexioné sobre todo lo que había vivido. Parecía que mi pasado estaba lleno de fantasmas, casi no tenía similitud alguna con mi presente. Mis amigos, compañeros, familia, lugares e incluso características personales... Había creado mi ser con retales de cada recuerdo, de cada vivencia, de cada persona que entró y salió de mi vida. Y es que soy la suma, resta, multiplicación y división de cada vivencia y decisión que tomé en cada vagón; soy un poco de todo lo que he tenido, cada persona y momento que he vivido me ha creado... Es genial imaginarme en diez años paseando por mi vagón del 2016. 

lunes, 4 de abril de 2016

Crónicas de un Whisky con hielo.

Soy un Whisky escoces, una de esas bellas botellas que decoran un antro cualquiera de un sitio cualquiera. Mi historia son un sinfín de historias que no terminan; relatos que comienzan y terminan en una vieja barra de bar.

He sido compañía de mujeres de noche, aquellas que vuelven a las seis de la mañana con muchos billetes y malas caras. Me pedían doble; me bebían de trago y se olvidaban de sus dramas. Recuerdo que algunas hablaban solas; otras con el camarero; otras se limpiaban las lagrimas mientras sentían sucia su alma -Yo solo veía grandes damas, yo solo duraba unos minutos en la barra-

Fui agitado en cuadrillas de cavernicolas; hombres que gritaban y celebraban eventos deportivos y triunfos de cama. Me bebían y derramaban por sus barbas, yo caía por sus labios y era escupido en sus gritos -También me escupían apropósito y reían de chistes que solo ellos entendían- El camarero los miraba y, él, era quién los llamaba cavernicolas. 

Recuerdo haber sido probado por primera vez por jóvenes de cator.. dieciocho años, ellos se quejaban de mi sabor y hacían muecas, no obstante, se sentían tan orgullosos de tragarme que me sentía amado. Fui amado, igual que se amaban contra la pared del baño mientras sus amigas fotografiaban sus desechas pestañas en el espejo -En estos momentos odiaba ser una gota que manchaba sus camisas-

Morí (como todo en esta vida) lo hice en los labios del último trago del camarero del local. Él era un adorado y amado chico detrás de la barra; un observado por bellas princesas; un odiado por todos los novios inseguros y celosos. Él me mató un día a las siete de la mañana, se quejaba de uno de esos cavernicolas que celebraban el último partido, parece que el más machote no recordó su cara al verlo tras una barra, ¿despistado? ¡Curioso! la noche anterior se conocieron (en profundidad) en aquella batalla de mantas, sábanas y cabezal.

martes, 8 de marzo de 2016

A las princesas de mi vida

No considero que hoy sea el día de un género, sexo o colectivo… Considero que hoy es un día de madres, abuelas, hermanas, novias y un sinfín de personas importantes que nos han acompañado y nos acompañarán a lo largo de nuestras vidas


Hablamos de madres que se preocupan de que no salgas sin abrigarte; de madres que te escuchan y no entienden por “sacrificio” todo el tiempo que han invertido en ti; de madres sin final en su jornada laboral; de madres con frases de manual que solo entenderás al madurar


Hablamos de abuelas que te insisten en que comas más; abuelas que te cuidaron y mimaron a escondidas; abuelas que vivieron otra época e intentan entender tus nuevas realidades; abuelas que se repiten en batallitas y anhelan la peseta.

Y es que yo no entiendo el día de la mujer como una lucha; lo entiendo como un reconocimiento y sonoro aplauso a todas esas mujeres de diferentes generaciones que me han acompañado y hecho como soy. Por ello, a todas las mujeres que se rebelaron contra el sistema, cambiaron su época con pequeños pasos, o simplemente fueron buenas madres: mil gracias, y hagamos de hoy un día de igualdad, agradecimiento y equidad.


Nota Bohemia: A todas las grandes con y sin tacones; Gracias a todas esas princesas sin corona que me habéis acompañado durante mi vida; gracias a las bohemias, frikis, pijas, cotillas, guapas, altas y listas... Mil gracias a todas, y a ti por leer.

Keller.

lunes, 1 de febrero de 2016

Para putas, borrachos y maricas

Me encanta escribir para mí, jugar con las palabras y ser como Grease 2 (sí, existe)
Fue una segunda parte de la película original, no fue para nada conocida, fue declarada un fiasco. Y, eso es lo que yo quiero; ser un fiasco generalizado para la mayoría, pero un relato culto para mi gente querida.

Veo series de televisión que nadie conoce, digo cosas incoherentes, leo libros que huelen a viejo, y me sonrojo cuando me dicen que me han leído. Creo que los mejores escritores y cantantes han pasado por barras de bar, tengo la teoría de que los mejores cineastas son jóvenes torturados, y tengo claro que las mejores personas nunca serán completamente felices. 

Me siento en círculos pequeños, me rodeo de grupos escuetos y, en las relaciones de duetos, siempre pierdo los duelos. Soy pacifista, creo en las guerras de sábanas y confío en las personas por encima de mi ironía. Partiendo de todas estas verdades, confío en que los dramas son el mejor estado emocional de las personas. Su bondad se dispara y su dulzura se cruza con su niño interior creando una alegría acuosa que asomará una carcajada nerviosa... Estoy delirando, lo sé... Esto es Grease 2.

Tras mi delirio, retomo la idea de conocer a príncipes de colores que visten de negro, a chicas divertidas con ropa provocativa, a artistas que beben antes de las tres. Y, es que esta es la magia de mi intensidad; busco tanta gente diferente que desecho a los "normales" por no verlos como dignos aspirantes. Es tan complejo como enrevesado, pero marginan a los raros e insultados, y yo en cambio los guardo y cuido en mi cajita de recuerdos geniales. 

Por ello, al igual que Grease 2, me siento una edición abandonada de una cinta en un viejo videoclub. Cojo polvo y, con mi amiga de los polvos, bebemos tequila barato escuchando a artistas alcohólicos mientras leemos clásicos de los años veinte que todo el mundo desconoce. Al igual que Grease 2, soy para putas, borrachos y maricas. 




miércoles, 27 de enero de 2016

¿Finita o infinita? No sé, esquinita.

Diariamente nos cruzamos con personas que pasan por nuestra vida sin gracia ni magia, son un grupo de gente efervescente que se deshace y desaparece en cordiales "buenas tardes" Así son la mayoría de personas, gente que pasa indiferente y sin hacerte diferente; gente que para ti no es un punto de inflexión; gente sin reflexión.

Ante esta borrasca de pérdidas increíbles de palabras, nos encontramos personas con las que te sientas al azar en septiembre; con gente que encajas y te hacen grande con sus peculiares locuras. Personas maduras, de más o menos edad, inconscientes de la vida, perdidas o incluso budistas conectadas a tu alma atea. Son esa gente que crean una esquinita, un pesar común y unas risas con grietas que se rompen y unen día a día. 

La magia entre las personas comienza cuando mezclas diversidad, una gran mezcla que sacudes en una coctelera de personalidades y peculiaridades. Diferentes edades, orientaciones, valores, edades y colores. Se trata de absorber y mezclar cada ideal, de crear una fuerte muralla transparente que nos haga crecientes y grandes. 

Levantarte a la mañana con sentimiento de pertenencia, saber que aún yendo todo fatal siempre tendrás tu pedestal en esa pequeña zona de confort que se ha creado. Saber que los martes y trece serán acompañados, que la vida diaria es algo más que la noche y, sobretodo, que somos igual de variados que una huerta en la que trabajan los que no encontraron su puerta. Entendamos huerta como "lugar de variedades que nacen y crecen juntas" 

Nunca he creído en los "para siempre" considero falso prometer un para siempre siendo seres con fecha de caducidad, pero quiero dar la oportunidad a una falsa eternidad. Sentémonos juntos, conversemos y absorbamos un año más de nosotros; creemos un punto y coma que baile con la diversidad.