viernes, 3 de octubre de 2014

Principios de finales.

Los comienzos son complicados, son ambiciosos, son soñadores, son temerosos... Pero sobretodo, son novedosos.

Y es que todo al principio es bonito, todo son sueños, ambiciones y cero decepciones. Es como cuando planeas tu perfecto cumpleaños dos meses antes, finalmente terminas con los cuatro de siempre. O cuando comienzas una nueva relación, oh! Eso es lo mejor... Una nueva relación:

El primer mes todo es magia, el segundo ya ves el truco, el tercero ya tienes cincuenta "peros" y el cuarto... ¿Alguien llega al cuarto? Ah! cierto, es cuando te levantas de su cuarto, te subes los gallumbos y vuelves a casa temprano.

Pero hay muchos más comienzos, tenemos los comienzos de curso: Esos en los que la primera semana llenamos nuestra agenda, apuntamos todo en el cuaderno, y nuestra letra parece escrita a plumilla satinada.

Luego viene octubre, y la agenda queda olvidada, el cuaderno grafiteado y las paginas se muestran bastante desaliñadas.

Y es que es imposible comenzar sin acabar, y lo que comenzamos va terminar también con el comienzo de otro futuro final. Comenzaremos relaciones concluyendo las anteriores, empezaremos cursos terminando los anteriores y siempre estaremos en ese punto de indecisión en el cual continuar siempre implica acabar.

Por ello comienzo mi nueva etapa, con mi mochila de sueños acumulados y retales de viejos caminos. Con ganas y esperando que este nuevo ciclo que algún día terminará me aporte un mínimo de felicidad, pues al fin y al cabo todo va terminar, pero en mi mochila aun quedan muchos recuerdos que guardar.







No hay comentarios: